miércoles, 3 de octubre de 2018

Metabolismo del calcio



Metabolismo del calcio

El Calcio, que es el mineral más abundante del cuerpo, supone aproximadamente el 1,5% al 2% del peso corporal y el 39% de los minerales corporales totales. Aproximadamente el 99% del calcio está en los huesos y en los dientes. El calcio de los dientes, a diferencia del óseo, no se puede movilizar de nuevo hacia la sangre; los minerales de los dientes que ya han brotado se fijan. El 1% restante del calcio está en la sangre y los líquidos extracelulares y dentro de las células de todos los tejidos, donde regula muchas funciones metabólicas importantes.
 El hueso es un tejido dinámico que devuelve calcio y otros minerales a los líquidos extracelulares y a la sangre cuando son necesarios. El hueso también capta calcio y otros minerales de la sangre cuando se consumen.


metabolismo del calcio



Vías del metabolismo del calcio. En la regulación del metabolismo del calcio participan la absorción intestinal (intestino), las concentraciones sanguíneas de calcio y fosfato, los riñones (que sintetizan la forma hormonal de la vitamina D y las glándulas paratiroideas (GPT), que secretan la hormona paratiroidea (PTH). Los pasos 1 a 8 son puntos de regulación específicos. Una concentración sérica baja de calcio o elevada de fosfato estimula la secreción de PTH (paso 1) mediante retroalimentación negativa


El calcio se absorbe solo si está presente en forma iónica. Por tanto, el calcio se absorbe mejor en un medio ácido; el ácido clorhídrico que secreta el estómago, como ocurre durante una comida, aumenta la absorción de calcio reduciendo el pH del duodeno proximal. Esto también se aplica a los suplementos de calcio; por tanto, tomar un suplemento de calcio con una comida aumenta la absorción, especialmente en ancianos.


 La lactosa favorece la absorción del calcio. Incluso en adultos con intolerancia a la lactosa, es probable que la lactosa mejore la absorción del calcio.

El calcio no se absorbe si es precipitado por otro constituyente de la dieta, como el oxalato, o si forma jabones con los ácidos grasos libres. El ácido oxálico (oxalatos) del ruibarbo, las espinacas, las acelgas y las hojas de remolacha forma oxalato cálcico insoluble en el tubo digestivo, Por ejemplo, solo se absorbe el 5% del calcio de las espinacas. El ácido fítico (fitato)se combina con el calcio para formar fitato cálcico, quien es insoluble y no se puede absorber. Las formas no absorbidas de calcio se excretan con las heces en forma de oxalatos cálcicos y jabones cálcicos.

La fibra de la dieta puede reducir la absorción de calcio, aunque esto puede ser problemático solo en las personas que consumen más de 30 g/día. Una cantidad menor de fibra tiene poco efecto sobre la disponibilidad del calcio.

 Los fármacos pueden afectar a la biodisponibilidad o aumentar la excreción del calcio, todo lo cual puede contribuir a la pérdida ósea con hipoabsorción de las grasas está reducida la absorción de calcio por la formación de jabones calcio-ácido graso.

La absorción de calcio no parece verse afectada por la cantidad de fosfatos de la dieta salvo que la ingesta de fosfato sea excesivamente elevada, ni por el cociente calcio/fósforo.

Excreción renal. 

Aproximadamente el 50% del calcio ingerido se excreta por la orina cada día, pero una cantidad casi equivalente también se secreta hacia el intestino (y se une al calcio no absorbido en las heces).

La reabsorción de calcio por los túbulos renales se produce por mecanismos de transporte similares a los del intestino delgado. La excreción urinaria de calcio varía durante todo el ciclo vital, aunque típicamente es baja durante períodos de crecimiento esquelético rápido.

Durante la menopausia la excreción de calcio aumenta mucho, pero en mujeres posmenopáusicas tratadas con estrógenos se excreta menos calcio. Después de aproximadamente los 65 años de edad la excreción de calcio disminuye, muy probablemente debido a la disminución de la absorción intestinal de calcio.

 En general, la concentración urinaria de calcio se correlaciona bien con la ingesta de calcio. Una elevada ingesta de calcio también contribuye a reducir la reabsorción renal de calcio y a unas mayores pérdidas urinarias de calcio.

Pérdidas cutáneas.

Las pérdidas dérmicas de calcio se producen por la exfoliación cutánea y el sudor.

La cantidad de calcio que se pierde por el sudor es de aproximadamente 15 mg/día. La actividad física extenuante con sudoración aumenta la pérdida, incluso en personas con una ingesta baja de calcio.

Calcio sérico.

El calcio sérico total está formado por tres fracciones distintas:

1. calcio libre o ionizado
2. complejos entre calcio y aniones como fosfato, citrato
3. calcio unido a proteínas, principalmente albúmina.

 La albúmina sérica se une a entre el 70% y el 90% del calcio unido a proteínas.  El calcio ionizad (Ca2+) está regulado y se equilibra fácilmente con el calcio unido a proteínas en la sangre. La concentración sérica de calcio ionizado está controlada principalmente por la PTH, aunque otras hormonas tienen funciones pequeñas en su regulación.

 Estas otras hormonas incluyen calcitonina, vitamina D, estrógenos y otras.

La concentración sérica de calcio es mayor en las primeras fases de la vida, y disminuye gradualmente durante la vida y alcanza las menores concentraciones durante la ancianidad.

El calcio total cambia simultáneamente con las modificaciones de la concentración plasmática de proteínas; sin embargo, la fracción ionizada habitualmente permanece dentro de límites normales.

Regulación del calcio sérico.

 El calcio de los huesos está en equilibrio con el calcio de la sangre. La PTH tiene la función más importante en el mantenimiento del calcio sérico, como ya se ha señalado. Cuando la concentración sérica de calcio disminuye por debajo de este nivel, la PTH estimula la transferencia de calcio intercambiable desde el hueso hasta la sangre. Al mismo tiempo, la PTH favorece la reabsorción tubular renal de calcio, y estimula indirectamente el aumento de la absorción intestinal de calcio mediante el aumento de la síntesis renal de vitamina D

Otras hormonas, como los glucocorticoesteroides, las hormonas tiroideas y las hormonas sexuales, también tienen funciones importantes en la homeostasis del calcio.

 El exceso de glucocorticoesteroides da lugar a pérdida ósea, particularmente del hueso trabecular, debido a una reducción de la absorción de calcio mediante mecanismos activo y pasivo.

Las hormonas tiroideas (T4 y T3) pueden estimular la reabsorción ósea; el hipertiroidismo crónico da lugar a una pérdida del hueso compacto y trabecular.
En las mujeres el equilibrio óseo normal precisa que las concentraciones de estrógenos estén dentro de los límites normales.

La rápida disminución de la concentración sérica de estrógenos durante la menopausia es un importante factor que contribuye a la reabsorción ósea. 
El tratamiento de las mujeres posmenopáusicas con estrógenos retrasa la velocidad de reabsorción ósea. La reabsorción ósea también es inhibida por la testosterona

Hormona paratiroidea (paratohormona): promueve movilización de Ca desde el hueso por estimulación de osteoclastos e inhibición de osteoblastos.

Vitamina D (calcitriol): Aumenta absorción de Ca en el intestino, moviliza Ca desde el hueso y disminuye su excreción urinaria. Restaura formación ósea debida a deficiencia vitamínica D, por aumentar síntesis de proteína osteocalcina.

Calcitonina: Disminuye reabsorción renal de Ca. Inhibe acción de osteoclastos y aumenta la de osteoblastos.

Glucocorticoides: Inhiben formación ósea por inhibir precursores de osteoblastos. Inhiben absorción y aumentan excreción renal de Ca.

Estrógenos: Previenen osteoporosis menopáusica, inhiben movilización de Ca y resorción inducida por paratohormona


Funciones

Es necesario un aporte adecuado de calcio en la dieta para permitir aumentos óptimos de la masa y la densidad óseas en los años prepuberales y en la adolescencia. Estos aumentos son especialmente críticos para las niñas porque el hueso acumulado puede proporcionar protección adicional frente a la osteoporosis en los años siguientes a la menopausia.

Las mujeres posmenopáusicas deben obtener cantidades suficientes de calcio para mantener la salud ósea y suprimir la PTH, que aumenta en edades avanzadas en la mayoría de las personas, tal vez como consecuencia de una cantidad inadecuada de calcio en la dieta. Se recomiendan cantidades adicionales de calcio para satisfacer las necesidades de la gestación y la lactancia, la lactancia infantil, la infancia y la adolescencia.

Además de su función en la construcción y el mantenimiento de los huesos y los dientes, el calcio también tiene numerosas funciones metabólicas críticas en las células de todos los demás tejidos.

El calcio también influye en la transmisión de iones a través de las membranas de los orgánulos celulares, la liberación de neurotransmisores en las uniones sinápticas, la función de las hormonas y la liberación o la activación de enzimas intracelulares y extracelulares.

El calcio es necesario para la transmisión nerviosa y la regulación de la función del músculo cardíaco. El equilibrio adecuado de los iones de calcio, sodio, potasio y magnesio mantiene el tono del músculo esquelético y controla la irritabilidad nerviosa. Un aumento significativo de la concentración sérica de calcio puede producir insuficiencia cardíaca o respiratoria, mientras que la disminución produce tetania de los músculos esqueléticos. Además, los iones de calcio tienen una función crítica en la contractilidad del músculo liso.

El calcio ionizado inicia la formación de un coágulo sanguíneo mediante la estimulación de la liberación de la tromboplastina desde las plaquetas sanguíneas.

 Los iones de calcio también actúan como cofactores necesarios para varias reacciones enzimáticas, como la conversión de protrombina en trombina, que facilita la polimerización del fibrinógeno en fibrina y el paso final de la formación del coágulo sanguíneo.

Las ingestas elevadas de calcio en la dieta se asocian a disminución de la prevalencia de sobrepeso y obesidad. El mecanismo de este efecto parece relacionarse con:

1) Disminución de la PTH y de la 1,25-hidroxivitamina D, que inhibe la lipogenia y favorece la lipólisis.
2) Aumento de la excreción de grasa fecal por la formación de jabones

Fuentes alimenticias e ingesta

La leche de vaca y los productos lácteos son las fuentes más concentradas de calcio.
Las verduras de hoja verde como col china, col silvestre, nabiza, hojas de mostaza y brócoli, las almendras, la melaza no refinada, las espinas pequeñas de las sardinas y el salmón enlatado, y las almejas y las ostras son buenas fuentes de calcio. 
Las semillas de soja también contienen grandes cantidades.
El ácido oxálico reduce la disponibilidad del calcio del ruibarbo, las espinacas, las acelgas y las hojas de remolacha.
Los alimentos enriquecidos (zumo de naranja, soja, los frutos secos, los granos y la leche de arroz) contienen tanto calcio como la leche de vaca. 






No hay comentarios.:

Publicar un comentario