2. fisiopatología del sistema reproductor
Síndrome de ovario poliquístico
síndrome de
ovario poliquístico
(sopq)
El síndrome del ovario
poliquístico (SOPQ) es un trastorno endocrino frecuente, de causa desconocida,
que afecta al 3-12% de las mujeres en edad reproductiva de los países
occidentales.
Este trastorno se caracteriza por problemas ginecológicos como
amenorrea y otras irregularidades menstruales, anovulación, ovarios grandes con
múltiples quistes e infertilidad.
Otros síntomas generales son acné, hirsutismo
(vello corporal excesivo o con una distribución anormal), calvicie de tipo
masculino, obesidad y apnea del sueño.
Fisiopatología
Entre las alteraciones
bioquímicas y endocrinas de las mujeres con SOPQ se encuentran concentraciones
elevadas de andrógenos (deshidroepiandrosterona, testosterona y
androstenodiona), hiperlipidemia, hiperinsulinemia (secundaria a resistencia a
la insulina) y tolerancia a la glucosa alterada.
El hiperandrogenismo es el
responsable de muchos síntomas del SOPQ, como las alteraciones menstruales y
reproductivas, el hirsutismo y el acné. A su vez, las concentraciones elevadas
de andrógenos parecen deberse, al menos en parte, a la hiperinsulinemia, que
desencadena el aumento de la producción de andrógenos. De modo que aquellas intervenciones
dirigidas a mejorar la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia podrían
revertir parte de las manifestaciones del SOPQ.
La resistencia a la insulina
observada en mujeres con SOPQ es única en cuanto a que aparece de forma
independiente (hasta cierto punto) del peso corporal, y no siempre se corrige
con la pérdida de peso.
Parece deberse a una alteración posrreceptora en una
vía de señalización mediada por la insulina.
El tratamiento habitual del SOPQ
incluye dieta y ejercicio para favorecer la pérdida de peso. En mujeres obesas,
la pérdida de peso podría mejorar la resistencia a la insulina, reducir las
concentraciones de andrógenos y el hirsutismo, y restablecer la ovulación en
algunos casos.
Históricamente, se han recomendado dietas con bajo índice
glucémico sin datos de su eficacia clínica. Sin embargo, podría ser importante
tener en cuenta la capacidad de los hidratos de carbono dietéticos de aumentar
la respuesta glucémica posprandial para optimizar los resultados metabólicos y
clínicos en el SOPQ. Además, independientemente de la pérdida de peso, las
dietas con bajo índice glucémico parecen lograr mejores resultados globales,
incluidos reducción de la resistencia a la insulina, mayor regularidad
menstrual, mejores puntuaciones emocionales (en un cuestionario diseñado para
detectar cambios en la calidad de vida) y disminución de los marcadores de
inflamación, comparadas con una dieta pobre en grasas convencional, cuando se
ajustan cuidadosamente respecto al contenido en fibra y macronutrientes
Tratamiento
médico
Algunos casos de SOPQ cursan
con hipotiroidismo. Las pruebas de laboratorio de función tiroidea con
frecuencia resultan normales en pacientes con datos clínicos indicativos de
hipotiroidismo, y el tratamiento con hormona tiroidea logra mejorías clínicas en
muchos pacientes. Por tanto, hay que considerar un intento empírico con hormona
tiroidea en pacientes con SOPQ y datos clínicos de hipotiroidismo.
También se deben tener en
cuenta los anticuerpos tiroideos a la hora de prescribir un tratamiento
empírico con hormona tiroidea a mujeres con SOPQ. A menudo se prescribe
metformina para mejorar la resistencia a la insulina, y el tratamiento con este
fármaco en ocasiones logra restablecer la ovulación. Otros tratamientos son los
fármacos citrato de clomifeno (para inducir la ovulación) y espironolactona (un
antiandrógeno), así como anticonceptivos orales (para las irregularidades
menstruales y el hirsutismo).
Tratamiento
nutricional médico
Las intervenciones nutricionales
potencialmente útiles en mujeres con SOPQ consisten en modificaciones
dietéticas dirigidas a favorecer la sensibilidad a la insulina.
Esto supone restringir
los hidratos de carbono refinados y las calorías totales, consumir alimentos
ricos en fibra y tomar múltiples comidas de escasa cuantía. Algunas pacientes
con resistencia a la insulina responden mejor con dietas ricas en hidratos de carbono
complejos (cerca del 60% de las calorías totales), mientras que a otras les
resultan más eficaces las dietas pobres en hidratos de carbono (≤40% de las
calorías totales).
Además, se ha comunicado que
los suplementos de vitamina D3 (800-1.200 UI/día) y de picolinato de cromo
(200-1.000 mg/día) mejoran la tolerancia a la glucosa, la secreción de insulina
y la sensibilidad a la insulina. Un tratamiento breve con N-acetilcisteína (600
mg/12 h) podría ser útil como complemento del citrato de clomifeno en mujeres
con infertilidad resistente a este último fármaco. Por último, el tratamiento
con hormona tiroidea resultaría útil en mujeres con datos clínicos o pruebas de
laboratorio indicativos de hipotiroidismo.
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