viernes, 21 de septiembre de 2018

Fisiopatología del Sistema Reproductor








2. fisiopatología del sistema reproductor

 Síndrome de ovario poliquístico




síndrome de ovario poliquístico
(sopq)



El síndrome del ovario poliquístico (SOPQ) es un trastorno endocrino frecuente, de causa desconocida, que afecta al 3-12% de las mujeres en edad reproductiva de los países occidentales.
 Este trastorno se caracteriza por problemas ginecológicos como amenorrea y otras irregularidades menstruales, anovulación, ovarios grandes con múltiples quistes e infertilidad.
 Otros síntomas generales son acné, hirsutismo (vello corporal excesivo o con una distribución anormal), calvicie de tipo masculino, obesidad y apnea del sueño.

Fisiopatología
Entre las alteraciones bioquímicas y endocrinas de las mujeres con SOPQ se encuentran concentraciones elevadas de andrógenos (deshidroepiandrosterona, testosterona y androstenodiona), hiperlipidemia, hiperinsulinemia (secundaria a resistencia a la insulina) y tolerancia a la glucosa alterada.
 El hiperandrogenismo es el responsable de muchos síntomas del SOPQ, como las alteraciones menstruales y reproductivas, el hirsutismo y el acné. A su vez, las concentraciones elevadas de andrógenos parecen deberse, al menos en parte, a la hiperinsulinemia, que desencadena el aumento de la producción de andrógenos. De modo que aquellas intervenciones dirigidas a mejorar la resistencia a la insulina y la hiperinsulinemia podrían revertir parte de las manifestaciones del SOPQ.
La resistencia a la insulina observada en mujeres con SOPQ es única en cuanto a que aparece de forma independiente (hasta cierto punto) del peso corporal, y no siempre se corrige con la pérdida de peso.
 Parece deberse a una alteración posrreceptora en una vía de señalización mediada por la insulina.
 El tratamiento habitual del SOPQ incluye dieta y ejercicio para favorecer la pérdida de peso. En mujeres obesas, la pérdida de peso podría mejorar la resistencia a la insulina, reducir las concentraciones de andrógenos y el hirsutismo, y restablecer la ovulación en algunos casos.
 Históricamente, se han recomendado dietas con bajo índice glucémico sin datos de su eficacia clínica. Sin embargo, podría ser importante tener en cuenta la capacidad de los hidratos de carbono dietéticos de aumentar la respuesta glucémica posprandial para optimizar los resultados metabólicos y clínicos en el SOPQ. Además, independientemente de la pérdida de peso, las dietas con bajo índice glucémico parecen lograr mejores resultados globales, incluidos reducción de la resistencia a la insulina, mayor regularidad menstrual, mejores puntuaciones emocionales (en un cuestionario diseñado para detectar cambios en la calidad de vida) y disminución de los marcadores de inflamación, comparadas con una dieta pobre en grasas convencional, cuando se ajustan cuidadosamente respecto al contenido en fibra y macronutrientes

Tratamiento médico
Algunos casos de SOPQ cursan con hipotiroidismo. Las pruebas de laboratorio de función tiroidea con frecuencia resultan normales en pacientes con datos clínicos indicativos de hipotiroidismo, y el tratamiento con hormona tiroidea logra mejorías clínicas en muchos pacientes. Por tanto, hay que considerar un intento empírico con hormona tiroidea en pacientes con SOPQ y datos clínicos de hipotiroidismo.
También se deben tener en cuenta los anticuerpos tiroideos a la hora de prescribir un tratamiento empírico con hormona tiroidea a mujeres con SOPQ. A menudo se prescribe metformina para mejorar la resistencia a la insulina, y el tratamiento con este fármaco en ocasiones logra restablecer la ovulación. Otros tratamientos son los fármacos citrato de clomifeno (para inducir la ovulación) y espironolactona (un antiandrógeno), así como anticonceptivos orales (para las irregularidades menstruales y el hirsutismo).

Tratamiento nutricional médico
Las intervenciones nutricionales potencialmente útiles en mujeres con SOPQ consisten en modificaciones dietéticas dirigidas a favorecer la sensibilidad a la insulina. 
Esto supone restringir los hidratos de carbono refinados y las calorías totales, consumir alimentos ricos en fibra y tomar múltiples comidas de escasa cuantía. Algunas pacientes con resistencia a la insulina responden mejor con dietas ricas en hidratos de carbono complejos (cerca del 60% de las calorías totales), mientras que a otras les resultan más eficaces las dietas pobres en hidratos de carbono (≤40% de las calorías totales).
Además, se ha comunicado que los suplementos de vitamina D3 (800-1.200 UI/día) y de picolinato de cromo (200-1.000 mg/día) mejoran la tolerancia a la glucosa, la secreción de insulina y la sensibilidad a la insulina. Un tratamiento breve con N-acetilcisteína (600 mg/12 h) podría ser útil como complemento del citrato de clomifeno en mujeres con infertilidad resistente a este último fármaco. Por último, el tratamiento con hormona tiroidea resultaría útil en mujeres con datos clínicos o pruebas de laboratorio indicativos de hipotiroidismo.



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